La manteca de karité es una grasa extraída de la nuez que produce el árbol que tiene el mismo nombre.
Crece en la sabana de África central y occidental donde, tradicionalmente, ha constituido una de las principales grasas de la dieta de las tribus de la zona.Se obtiene de la maceración del fruto y ha sido durante mucho tiempo el único cosmético de las mujeres africanas, que lo vienen utilizando como poderoso hidratante nutritivo, para evitar la descamación de la piel, para cuidar y proteger los cabellos secos y estropeados y para aliviar dolores, contusiones, etc.
La manteca de karité tiene propiedades antioxidantes gracias a su composición natural.
Actúa dando una gran protección a la piel contra las agresiones externas y los rayos del sol, por lo que es ideal como
crema solar, es suavizante para la piel, activa la curación de heridas, evita la formación de estrías y las inflamaciones.
La manteca de karité tiene una excelente tolerancia cutánea, hasta sobre la piel de las mucosas y de la zona de los
ojos. Muy apropiada para las pieles secas, grasas y poco hidratadas y pieles que se pelan muy a menudo, gracias a su alto contenido en vitamina F (descamaciones, dermatitis, psoriasis, eccemas, etc.). Es ideal también como crema para los labios resecos por el frío y para la nariz irritada por alergias o resfriados.
Nutre, suaviza la piel y regenera las arrugas.
Evita la formación de estrías en el embarazo.
Para los hombres es ideal para después del afeitado.
Previene y cura la dermatitis del pañal. Se aplica con suaves masajes en la zona afectada.
Mascarilla capilar: untar el pelo con la manteca de Karité y envolverlo con una toalla
durante 20 minutos, lavar después.
Baños con Karité: una cucharada directamente de Karité en el agua caliente y dejara la
piel tersa, suave y con un aspecto satinado.
Arbol del karite |
Manteca de karite |
Nuez de karite |
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